Después de la Revolución de Octubre (1917), la maestra de ballet Agrippina Vagánova determinó continuar las tradiciones y métodos del Ballet Imperial Ruso. Su obra permitió el trabajo preliminar para la formación y desarrollo del ballet clásico en el mundo.
Durante la Guerra fría, sin embargo, la compañía encaró el problema de que algunos de sus bailarines rechazaban regresar de los países occidentales por los que hacían giras, mientras otros fueron transferidos por las autoridades soviéticas al Teatro Bolshói en Moscú. De ese modo la compañía perdió grandes bailarines, como Ulánova, Semiónova, Nuréyev, Makárova y Barýshnikov.
La tendencia de los grandes bailarines a dejar el Mariinski por el Bolshói continúa, pues maneja un mayor presupuesto. El último ejemplo semejante fue el de Svetlana Zajárova.
Bailarines principales
La plantilla del Ballet Mariinsky está formada por los siguientes artistas:[1]