Al-Jawlani puso asedio a la ciudad de Tolosa, por entonces la ciudad aquitana más importante. El duque se vio forzado a partir para solicitar ayuda, regresando tres meses más tarde, justo cuando la ciudad estaba a punto de rendirse y caer en manos de los musulmanes invasores el 9 de junio de 721, en lo que ahora se conoce como la batalla de Tolosa. La victoria en esta batalla consiguió temporalmente evitar el avance musulmán más hacia el oeste de Narbona ocupada por los omeyas en el 719, junto con Agda, Béziers, Lodève y Villeneuve-lès-Maguelone.[2]