La biblioterapia es una disciplina que inicialmente utiliza la relación de las personas, con la forma y el contenido de libros, como recurso terapéutico. La biblioterapia, así basada en la poesía y otras palabras escritas, es combinada usualmente, con la terapia a través de la escritura. Como una práctica general sanadora, la biblioterapia asume que la lectura tiene buenas propiedades.
El concepto de biblioterapia parece haber surgido desde la inclinación humana de identificarse con personajes, y también con personas reales, a través de las expresiones del arte y la literatura. La palabra escrita como testimonio vivencial, al conducir valores y actitudes para la existencia, puede conducir al lector hacia el descubrimiento de sentidos que le aclaren y sean superadores, para su propia situación de vida.
La concepción biblioterapéutica se ha ampliado con el tiempo. Están documentados sus orígenes como práctica bibliotecaria en EE. UU, desde 1930. En especial, debido a la Segunda Guerra Mundial, se aplicó en el cuidado médico de los soldados, porque disponían ellos de mucho tiempo mientras se recuperaban. Los soldados experimentaron que la lectura les era de mucha ayuda y curativa. Por ese tiempo, creció la implementación de grupos biblioterapéuticos, en ámbitos de internación psiquiátrica. Los libros resultaban ser buenos para el estado de bienestar de los pacientes, se entretenían con ellos, los ayudaban por varias razones.
En su práctica básica, la biblioterapia consiste en la selección de material de lectura relevante para la situación vital de una persona o grupo. Por ejemplo: para un niño que está en duelo por la pérdida de sus padres, la lectura de historias donde haya una situación similar, haría que ese niño comparta y compare su trance, y así se sienta menos solo en el mundo.
Otra manera de selección para el material de trabajo biblioterapéutico, es la que se basa en las particularidades de la comunicación detectables en el cliente. Y por esta interpretación, el material subsiguiente no se elige inicialmente por un parangón de contenidos con su situación, sino por la suplementación o complementación, para la particular faz sintáctico morfólogica que el cliente connota en sus dichos. P.ej: El énfasis de una persona en su olvido de hechos que acontecieron: "Eso no lo recuerdo para nada", permite efectuar una selección de textos en los que se destaque un complemento proporcional de la oposición olvidar/recordar, y tal acción pudiera ser la de "indagar imaginativamente", para recuperar el dato perdido, así como lo hace un detective en una ficción policial.
Las modalidades de aplicación de la biblioterapia son variadas: Puede consistir únicamente en la lectura, o puede desarrollarse una conversación a partir de ella, o puede ser complementada con actividades artístico-terapéuticas, como el dibujo, modelado en arcilla, dramatizaciones, ú otras actividades consistentes. Una persona asistida puede dibujar una escena del libro, o se le interroga sobre si se considera en común con un carácter particular en el libro. El libro puede ser utilizado para sacar a luz temas que han sido evitados y son necesarios de debatir. Es controvertida la eficacia elucidatoria de la identificación catártica emocional, producida por la lectura de contenidos extremos. Parecen demostrar esto, las pruebas por el contrario, hechas principalmente por Albert Bandura, en la corriente psicológica del aprendizaje Social.
Como recurso terapéutico se puede abordar la biblioterapia desde diferentes campos como la psicología, la psicología social y la bibliotecología operando en forma diferenciada en cada uno de ellos.[1]
En una definición complementaria el Dr. Antonio Martín Román señala que como proceso de interacción con los libros y por extensión, con otros tipos de textos al poseer un contenido convocante, posibilita a las personas efectuar una recreación para encontrar contenidos que otorguen sentido a su vida o que se pueden utilizar como mecanismos para mejorar aspectos psíquicos.[1]
Son Referencias para este Artículo sobre Biblioterapia, las correspondientes a 3 campos de formación disciplinaria, desde los cuales la práctica biblioterapéutica se implementa. De todas maneras, la práctica no serviría si en su concreción no contáremos con vínculos asertivos, pues "la letra mata, pero el Espíritu vivifica" (concepto evangélico). Esas vertientes o campos de origen pueden considerarse como:
1) La Asistencial... (enfermería, médicos, psicólogos, etc’).
2) La Bibliotecaria... (bibliotecarios, bibliotecónomos, referencistas, etc’).
3) La Socio-Cultural... (antropólogos, docentes, escritores, sociólogos, etc’).
Referencias
(1) Asistenciales
- Correa, Julio Enrique: “La Construcción Narrativa Grupal: Un Modelo...”; en Revista de Ciencias Sociales, Vol’ IV, Nº 098, Universidad de Costa Rica, por Red AL y C (offline en abril de 2015)
- Deberti Martins, Cristina: "Los libros muerden!: Biblioterapia en el Portal amarillo"; en http://Informatio.Eubca.Edu.UY
- García Pintos, Claudio: “La Logoterapia en Cuentos”; Ed. San Pablo, Buenos Aires. 2001.
- Saint Girons, Cecilia: “La Lectura y su Efecto Terapéutico” (offline en abril de 2015)
(2) Bibliotecarias
- Fortkamp Caldin, Clarice: “Biblioterapia: atividades de leitura desenvolvidas por acadêmicos do Curso de Biblioteconomia da Universidade Federal de Santa Catarina” ; en Red AL y C (offline en abril de 2015)
- Fortkamp Caldin, Clarice: “A leitura como função terapêutica: biblioterapia”. Encontros Bibli: Revista Eletrônica de Biblioteconomia e Ciência da Informação, América do Sul, 6 10 10 2007; en: http://www.periodicos.ufsc.br/index.php/eb/article/view/36/5200
- Gillespie Hendricks, Hendricks, y Cochran: “Using Literacy Conversations for Healing: the significant conversationalists”; (en Feb' de 2009 está removido, en abril de 2015 recurso sigue desconectado).
(3) Socioculturales
- Petit, Michelle: Entrevista 1 en: [1].
- Petit, Michelle: Entrevista 2 en: [2].
- Malfé, Sergio Edgardo: “Ensayo para Biblioterapia”, 2006; en esta ficha .doc