Braulio Evaristo Carrillo Colina (Cartago, Provincia de Costa Rica, 20 de marzo de 1800 - Sociedad, El Salvador, 15 de mayo de 1844) fue un abogado, comerciante y políticocostarricense. Fue jefe de Estado de Costa Rica en dos períodos: el primero electo democráticamente entre 1835 y 1837, y el segundo como gobernante de facto entre 1838 y 1842. Responsable de una obra monumental en lo jurídico, político, fiscal, hacendario y económico, sus gobiernos se consideraron fundamentales en la formación del Estado, por lo que es reconocido como "Arquitecto del Estado Costarricense". Además, Carrillo es el responsable de recuperar la soberanía política de Costa Rica al separarla definitivamente de la República Federal de Centroamérica el 14 de noviembre de 1838, y erigirla como un Estado soberano e independiente. Fue declarado Benemérito de la Patria en 1971.
Braulio Carrillo fue candidato para reelegirse en las votaciones de 1837, pero fue derrotado por Manuel Aguilar Chacón, cuya política tendía a robustecer los nexos de Costa Rica con la República Federal, algo a lo que Carrillo era contrario. Aguilar fue derrocado en 1838, y los militares de San José restablecieron a Braulio Carrillo como jefe de Estado.
En 1840, Carrillo convirtió la ciudad de Puntarenas en el principal puerto comercial de Costa Rica en el Océano Pacífico, y nombró un gobernador designado para trazar sus primeras calles, avenidas y cuadras, con lo que se trasladó la actividad portuaria principal de Caldera a Puntarenas.
En 1841, la Asamblea redactó el Código General del Estado de Costa Rica, el primer código jurídico de Costa Rica, aprobado por el jefe de Estado Braulio Carrillo Colina. Ese mismo año emitió la Ley de Bases y Garantías o Decreto de Bases y Garantías, donde se declaró que el jefe de Estado de Costa Rica sería vitalicio e inamovible (iniciando con él), incluyendo más poder para el desarrollo el país.
Con el poder como dictador, impulsó varios cambios en Costa Rica, tanto que se le conoce como el Arquitecto del Estado Nacional Costarricense. Prohibió la vagancia y el vicio, y a la vez hizo que todos los ciudadanos vivieran bajo un código de honradez, moralidad y trabajo. Impulsó enormemente el desarrollo de Costa Rica e introdujo el orden en la Administración Pública.
Organizó los Tribunales de Justicia, apoyó el cultivo y exportación de café, e intentó abrir un camino para carretas entre el Valle Central y Matina en el Mar Caribe. Este proyecto era difícil, pues el camino debía atravesar muchos kilómetros de jungla tropical muy lluviosa, y se debían construir varios puentes sobre ríos caudalosos y anchos. Aun así, Don Braulio insistió en la importancia de enlazar a Costa Rica al mercado internacional del Océano Atlántico.
El proyecto de la carretera a la costa atlántica no pudo culminarse, pues Don Braulio Carrillo fue derrocado en 1842. No obstante, debido a ese esfuerzo en la actualidad la carretera que va de San José a Limón lleva su nombre, igual que el Parque Nacional Braulio Carrillo.
En 1839 el hondureño Francisco Morazán fue depuesto como presidente de la República Federal de Centro América. Sin embargo, para 1842 los conservadores de Cartago querían derrocar a Don Braulio Carrillo para restablecer la capital en Cartago, por eso se contactaron con Morazán y sus hombres leales para que invadiera Costa Rica. De esta manera el general Francisco Morazán tomó este país a través del Pacto del Jocote el 11 de abril de 1842, y seguidamente expulsó a Braulio Carrillo Colina de Costa Rica.
Para cuando Braulio Carrillo fue depuesto, ya había consolidado la economía cafetalera que unió a Costa Rica al mundo y cambió para siempre la economía, sociedad, cultura y política de este país.
Braulio Carrillo fue uno de los primeros costarricenses en pensar que Costa Rica podía ser una nación soberana e independiente de Guatemala y de Centroamérica, criterio que no era compartido por muchos, pues había una mayoría que pensaba que una provincia tan atrasada como lo era Costa Rica en esa época no tenía posibilidades de desarrollarse sola. Sin embargo, la situación de los demás países centroamericanos era turbulenta, enzarzados en guerras civiles y luchas intestinas, mientras Costa Rica vivía casi en paz. Su obra de gobierno más importante es el establecimiento de Costa Rica como un Estado autónomo.