El ducado del Infantado fue concedido por los Reyes Católicos el 22 de julio de 1475 a Diego Hurtado de Mendoza II marqués de Santillana. El mismo 22 de julio de 1475, se creó el condado de Saldaña, para que lo ostentaran los herederos del ducado del Infantado. Desde entonces los herederos del ducado han sido condes de Saldaña y marqueses de Santillana. En 1520 se le concedió al ducado del Infantado la grandeza de España de clase inmemorial.
Ana de Mendoza, contemporánea del duque de Lerma, casó a su hija con el hijo de este, pasando a ser Sandoval y Rojas. Se abrió un pleito dinástico que duró generaciones, hasta el duque de OsunaMariano Téllez-Girón, quien murió completamente arruinado y sin descendencia. Le heredó su sobrino, quien además presentaba como su heredero, el marqués de Ariza y Valmediano, Andrés Avelino de Arteaga y Silva, descendiente de la rama del VII duque, que abrió el pleito. La jefa actual de la casa es Almudena de Arteaga, novelista de éxito en España, quien ostenta el título de duquesa del Infantado.[1]
Rodríguez Posilio, Montserrat (2014). «La casa del Infantado». En Alegre Carvajal, Esther (Dir.), ed. Damas de la Casa de Mendoza: Historias, leyendas y olvidos. Madrid: Polifemo. pp. 167-186. ISBN978-84-16335-00-8.