John J. Macreedy (Spencer Tracy) se baja del tren en la estación de una minúscula población aislada, Black Rock, en el oeste de Estados Unidos, para entregar a un hombre de origen japonés (Komako) la medalla militar que se le concedió a su hijo muerto en combate, durante la Segunda Guerra Mundial, por su heroísmo.
Los habitantes del pueblo se muestran inexplicablemente hostiles con el recién llegado, y la tensión va en aumento hasta extremos, pues aquellos esconden un secreto que guardan celosamente.
En 1956, la película fue candidata a tres Premios Óscar: al mejor director, al mejor actor (Spencer Tracy) y al mejor guion adaptado. Spencer Tracy ganó el Premio de Interpretación al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes de 1955.