Destaca el turismo nacional y también es destino para extranjeros, franceses, ingleses y alemanes principalmente. El crecimiento urbanístico de algunas zonas del litoral ha dejado beneficios económicos, pero también episodios de especulación y agresiones medioambientales.
Dispone de una oferta turística bastante relevante de plazas hoteleras y de ocio, tanto de sol y playa, como rural, gastronómico y cultural, campos de golf, parques acuáticos y puertos deportivos.
La Costa de la Luz tiene una rica historia que data del siglo XII a. C. Las atracciones culturales incluyen Baelo Claudia, las ruinas bien conservadas de una pequeña ciudad romana; Cabo Trafalgar, donde, en 1805, a la vista de este promontorio, el almirante inglés, Horacio Nelson, derrotó a una flota combinada de franceses y españoles; y el Monasterio de La Rábida.
En el Monasterio de la Rábida en Palos de la Frontera, cerca de Huelva, Cristóbal Colón buscó la ayuda de los hermanos franciscanos, esperando alistarlos como defensores de su plan para iniciar un viaje de descubrimiento. Introdujeron a Colón en una rica familia marinera local, los hermanos Pinzón, que finalmente convencieron a los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, de que escucharan la propuesta de apoyo de Colón. Con el patrocinio real y la colaboración de los Pinzón, Colón pudo asegurar sus tres barcos y tripulaciones locales de la zona de Huelva. De hecho, hay una creencia persistente de que Colón se decidió en su ruta final hacia el oeste después de hablar con un marinero local llamado Alonso Sánchez.
A lo largo del siglo XX la Costa de la Luz ha evolucionado de un lugar agrícola a abrirse al mundo mediante el turismo de masas desde los años 1960, consolidando un notable desarrollo económico y urbanístico.
Además de las playas y el sol, hay amplias oportunidades e instalaciones para actividades de ocio, como restaurantes, golf, kitesurf, paseos en bote y otros deportes acuáticos.
Otros lugares a lo largo de la costa, de interés algo menos turístico (nuevamente, en orden, de noroeste a sureste), son: Isla Canela, Islantilla, La Antilla, El Terrón, Cartaya, El Rompido, Mazagón, Rota, Puerto Real, San Fernando y Sancti Petri.
Otra instalación de interés es la estación de investigación atmosférica El Arenosillo, situado en la frontera entre Almonte y Moguer[1], donde está instalada la base del I.N.T.A. y desde donde será lanzado el primer cohete privado de Europa, el Miura 1[2][3].
La Costa de la Luz es especialmente conocida por la belleza de sus reservas naturales protegidas y una serie de atractivos naturales de primer orden. Entre ellos se encuentran: el parque nacional de Doñana, donde especies amenazadas, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico, pueden ser vistos ocasionalmente; la pintoresca bahía de Cádiz; las costas empinadas de la sección sur de la costa andaluza; las marismas de Barbate y los acantilados costeros de La Breña (ambos dentro del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate); y los extensos humedales en las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, donde abundan las aves acuáticas y, en temporada, otras aves migratorias, incluidas las cigüeñas y los flamencos.
Las playas de la costa de la Luz suelen estar formadas por interminables dunas conformadas por finos arenales y plantas autóctonas, escoltadas en algunas ocasiones por pinares (mayormente de pino piñonero). Los elementos predominantes son la arena dorada y un sol visible casi todas las horas del día, en todas las estaciones. El nombre le viene dado por una luz vivísima que resalta la pulcritud de las calles, el encalado de los muros, el dorado de las dunas y el reflejo del mar.