Un cráter de explosión es un tipo de cráter formado cuando el material es expulsado de la superficie del suelo por un evento explosivo en o inmediatamente por encima o por debajo de la superficie.
Un cráter está formado por un evento explosivo a través del desplazamiento y expulsión del material desde el suelo. Es típicamente en forma de cuenco. El gas de alta presión y las ondas de choque causan tres procesos responsables de la creación del cráter:
Deformación plástica del suelo.
Proyección de material (eyección) del suelo por la explosión.
Erosión y deslizamientos del cráter del labio y la pared.[1]
La importancia relativa de los cinco procesos varía, dependiendo de la altura por encima o por debajo de la superficie del suelo en la que se produce la explosión y de la composición del suelo.