Inaugurada en julio de 1908 como estación de la Alhóndiga, su construcción fue llevada a cabo por la Compañía Madrileña de Almacenes Generales de Depósito y Transporte, una sociedad promovida por Basilio Paraíso.[2] Estaba situada en la calle de Moratines.[2]
Se trató de la última de las estaciones en construirse de todas las del ferrocarril de contorno de Madrid. A comienzos de 1908 su diseño era muy similar a la vecina estación de Imperial. Su actividad de transporte de mercancías (aceites, harinas y asfaltos) se consolidaba en 1924. En la Segunda República hubo graves altercados y huelgas en sus cercanías.[3] Durante la defensa de Madrid en 1936 tuvo un destacado papel como lugar de parapeto de tropas cercanas al frente de batalla.[4] Las instalaciones dejaron de prestar servicio en 1987 y años después serían derribadas. Su cierre hizo que personas y material se desviasen a la estación de Abroñigal.
↑María Pilar González Yanci, (1977), Los accesos ferroviarios a Madrid: su impacto en la geografía urbana de la ciudad, Volumen 21, Instituto de Estudios Madrileños