María Esther Fernández González (Mascota, Jalisco, 22 de agosto de 1918-Ciudad de México, 21 de octubre de 1999), conocida como Esther Fernández, fue una actriz mexicana. Su trabajo más importante lo realizó protagonizando, junto a Tito Guízar, la película Allá en el Rancho Grande (1936), misma que se convirtió en la primera en representar a México internacionalmente, además de ser considerada como la cinta que dio inicio a la Época de Oro del cine mexicano.[3]
Biografía y carrera
María Esther Fernández González nació el 22 de agosto de 1918 en Mascota, Jalisco, siendo hija de Domingo A. Fernandez y María del Refugio González.[1] En 1933, debutó en el cine como extra en la película Profanación. También participó en las películas Corazones de derrota,Más allá de la muerte yLa mujer del puerto, protagonizada por Andrea Palma, entre otras. Miguel Zacarías le da su primer estelar en la cinta de horror El baúl macabro (1936), pero su primer estelar importante en Allá en el Rancho Grande.
Gracias al éxito de Allá en el Rancho Grande, fue contratada por la Paramount Pictures, que también contrató a Tito Guízar. Paramount le puso maestros de inglés, drama, canto y baile, pero nunca la lanzó como estrella. Por eso en 1943, Esther Fernández aceptó la oferta de regresar a México para protagonizar Santa, una historia que ya se había filmado dos veces, durante la época del cine mudo y como la primera película mexicana con sonido óptico. Norman Foster llegó desde Hollywood para dirigir la tercera versión, con José Cibrián y un joven Ricardo Montalbán en los principales papeles masculinos. En 1944, el director John Farrow vio las pruebas que la hicieron en Paramount y la eligió para la cinta Two Years Before the Mast, al lado de Alan Ladd. Realizó una prueba para la película Por quién doblan las campanas. Sin embargo, Ingrid Bergman obtuvo el protagónico.
En 1957, tras una larga batalla de dos años con la hepatitis, Esther Fernández se retiró del cine. Ella dijo que este «retiró» en realidad era obligatorio, pues los productores estaban ocupados con la introducción de actrices más jóvenes. A los 37 años, la actriz consideró que su edad era el principal factor de este descenso. Esther empezó a pintar cerámica, un pasatiempo que se convirtió en negocio. De vez en cuando, ella apareció en la televisión haciendo pequeños papeles en telenovelas.
En 1988 participó en la telenovela Simplemente María. Su última actuación relevante en el cine fue una participación corta en la cinta Los años de Greta, en 1992.
Vida personal
Fernández comenzó una relación amorosa con el actor Pedro Armendáriz después de conocerlo durante el rodaje de la película Mi candidato de 1937.[4] Ambos se encontraban en el inicio de sus respectivas carreras y filmaron otra cinta juntos titulada La Adelita de 1938, producción durante la cual se pelearon y terminaron su romance.[4] Ella decidió terminarlo debido al fuerte carácter que tenía, pues se la pasaba peleando con todos y temía que fuera a lastimarla en algún momento.[4] Adicionalmente, llegó a comentar que él sí se había tomado muy en serio el amorío, pues en una ocasión mientras filmaban le propuso matrimonio y preparó una boda por el civil. Ella aceptó en broma y cuando Armendáriz la llevó para concretar la unión, Fernández salió corriendo, aunque a pesar de esto, decidieron terminar como amigos.[4]
Mantuvo un matrimonio de fechas desconocidas con el actor y cantante Antonio Badú.[2]
Muerte
Paso sus últimos años viviendo en la «Casa del Actor» de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), donde además se le daban cuidados especiales debido a algunos problemas cardiacos que padecía.[5]
↑«#AGNResguarda documentos de la Época de Oro del Cine Mexicano». Gobierno de México. Consultado el 22 de octubre de 2022. «La primera película que formó parte de aquella lista de filmes celebres que tuvo una gran aceptación tanto por el público nacional como por el extranjero, fue la obra de Fernando de Fuentes «Allá en el Rancho Grande» estrenada en 1936.»