Nació en el seno de una familia acomodada. Era sobrino de Federico Velasco Barañano, médico cirujano que hizo fortuna en América y creador de la fundación docente Doctor Velasco, en provecho de los laredianos.[1] En Laredo, su casa forma parte del entorno de protección de la Ermita de San Martín y de Santa Catalina, declarada de Bien de Interés Local.[2][3] Asimismo, tiene una calle dedicada con su nombre en el barrio de San Antonio de esta misma ciudad.[4]
Desde muy joven estuvo interesado en la pintura, y fue discípulo en Madrid de Daniel Vázquez Díaz hasta 1928, año en el que regresó a Santander. Ante la falta de apoyo familiar hacia su labor creadora, Francisco se acaba refugiando en Laredo para continuar pintando paisajes y bodegones, coincidiendo con el pintor laredano Santiago Montes Luengas. Posteriormente, conoció a Teresa Enciso y Enciso, que veraneaba en Laredo, en la misma villa, y con la que contrajo matrimonio en 23 de septiembre de 1931.
Madurez y obra
Era un hombre humilde y perfeccionista. En 1952 esculpió la talla de la Virgen de La Soledad, de la parroquia Santa María de la Asunción de Laredo, en madera de nogal y con bellos rasgos realistas.[5] Esta Iglesia, perteneció al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931.[6] Su Virgen de La Soledad salió en procesión por primera vez en 1953, pese a no tener terminadas aún las manos, así que para disimular esta falta se cubrió un armazón con un paño y una corona de espinas. Era tal la timidez del artista que el día de la procesión en la que su talla de “La Soledad” desfiló por primera vez, se fue a pasar el día a Santander por pudor o vergüenza. El éxito de su Virgen de La Soledad fue inmediato, y al año siguiente la imagen desfiló completamente terminada, con una mano apoyada en el pecho y la otra sosteniendo un pañuelo. A pesar del éxito de su talla, Francisco Velasco nunca se consideró escultor, sino pintor.[7]
En Semana Santa, la procesión de esta talla congrega a miles de personas, y consiste en objeto de admiración dada su expresión doliente, por lo que se la considera la imagen de mayor devoción de Laredo.[8]
Su obra pictórica se centra en el paisaje, sobre todo de marinas al aire libre y de paisaje urbano, así como bodegones y retratos. Su obra es escasa y oculta, ajena a la exposición pública tal y como fue la vida de su propio autor, en su empeño por pasar desapercibido y vivir al margen de toda relación social.[9]
Fallecimiento
Falleció en su casa de Laredo el día 9 de febrero de 1984, a los 82 años de edad. La mayor parte de su obra pictórica fue donada por su esposa al ayuntamiento de Laredo, y aun está pendiente de exposición.
↑Fernández Merino, Eduardo (2019). La Virgen de luto. Visión LIbros. Consultado el 4 febrero.
↑Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes publicado en la Gaceta de Madrid n.º 155 de 4 de junio de 1931, disponible en línea en: [1].
↑Baylet García, Fernando (2018). Ayuntamiento de Laredo, ed. Noventa y tantas calles de Laredo ... su historia y sus personajes.