La frontera entre Italia y la Ciudad del Vaticano es la línea que limita los territorios de Italia y de la Ciudad del Vaticano, en Roma. Es la segunda frontera internacional terrestre más corta del mundo en el total entre dos Estados, apenas superada por la verja de Gibraltar.
El territorio de la Ciudad del Vaticano es definido en el anexo I de los Pactos de Letrán de 1929. Está en la Colina Vaticana, en el noroeste de Roma, enclave en el rione (barrio) del Borgo (burgo medieval), del cual era parte hasta 1929. El trazado es el de los muros primitivos que bordean la Ciudad del Vaticano y que datan parcialmente del pontificado del Papa León IV (847-855). Al este, la frontera pasa en la fachada exterior de las columnatas de Bernini englobando la Plaza de San Pedro, donde la seguridad en caso de incidente es responsabilidad de la policía italiana.
La Basílica de San Pedro es libremente accesible por la plaza. La frontera tiene cinco puntos de acceso: