En 1917 la Conferencia de Guerra Imperial aprobó una resolución en cuanto a celebrar una futura Conferencia Imperial especial para reajustar las relaciones de las partes componentes del Imperio. El reajuste debería estar basado sobre el reconocimiento pleno de los dominios como naciones autónomas de una Comunidad Británica de Naciones Imperial, "con una voz adecuada" en la política exterior.
Winston Churchill reanimó el Gabinete de Guerra Imperial durante la Segunda Guerra Mundial ante la insistencia del primer ministro de AustraliaJohn Curtin. El primer ministro canadiense William Lyon Mackenzie King declinó unirse al cuerpo y toda vez que Churchill no era un entusiasta sobre compartir el poder con los dominios, el papel del Gabinete de Guerra Imperial en la Segunda Guerra Mundial fue enormemente menor en comparación con el de la guerra anterior.