Cámara fotográfica original de 1839, construida por Alph. Giroux, en París. Se conserva en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Con esta cámara se obtuvieron las primeras vistas al daguerrotipo en Barcelona, el 10 de noviembre de 1839.Daguerrotipo con una vista de la Casa Vidal Quadras, cerca de la Casa Xifré, en Barcelona, España, en 1848. Imagen invertida lateralmente, como en un espejo.
La historia de la fotografía en España comienza en enero de 1839,[1] con la publicación en Madrid, en la revista Semanario Pintoresco Español, de la noticia de que «Mr. Daguerre ha hallado el medio de fijar las imágenes que se pintan en el fondo de una cámara oscura» (sobre el primer procedimiento fotográfico anunciado en París). En la España peninsular se tomó un primer daguerrotipo en Barcelona en noviembre de 1839.[2][3]
Era prefotográfica
Hubo numerosas actividades prefotográficas como los cosmoramas, dioramas, linterna mágica, fantasmagorías, mundonuevos, etc. que se pusieron de moda sobre todo desde el siglo XVIII; pero la historia de la fotografía en España empieza propiamente con quienes divulgaron y comercializaron en este país el invento de Nicephore Niépce y Louis Jacques Mandé Daguerre. Aunque Nièpce obtuvo una primera fotografía imperfecta en 1826 (Vista desde la ventana), Daguerre siguió experimentando y consiguió superar la técnica inicial en 1837. Así el primer procedimiento fotográfico difundido por Daguerre, en 1839, se conoció como daguerrotipo.
El 10 de noviembre de 1839 se tomó en Barcelona el primer daguerrotipo de la España peninsular, obra del grabador Ramón Alabern y Casas, y ocho días después se realizó otro en Madrid, extendiéndose en otros lugares en poco más de dos o tres años. Los primeros daguerrotipos eran vistas exteriores de ciudades y monumentos, a causa del largo tiempo de exposición que se requería, pero a comienzos de la década siguiente se empezaron a tomar retratos de personas.
Los pioneros de la daguerrotipia fueron científicos de talante progresista, pero el arte fue introducido también por operadores profesionales extranjeros como Charles Clifford, el Conde de Lipa y Eugenio y Enrique Lorichon[7] entre otros, quienes a su vez enseñaron la técnica a gran número de discípulos.
Uno de los más antiguos daguerrotipos españoles conservados es un retrato tomado en Madrid, supuestamente en 1843 (o en 1848), antes de que se generalizasen los estudios o talleres fotográficos. Otro retrato al daguerrotipo, de fecha más precisa, se tomó en Madrid el 13 de agosto de 1844 y se conserva en la fototeca del IPCE,[8] estando atribuido al daguerrotipista Manuel Herrero.[9] La primera fotografía en papel de España podría datarse en 1848, firmada por el fotógrafo valenciano Pascual Pérez Rodríguez.[10] Por lo general los primeros fotógrafos imitan las composiciones pictóricas e incluso muchos de ellos fueron pintores fascinados por el negocio que ofrecía esta nueva tecnología. Muchos de ellos viajaban por varias ciudades de España (la llamada fotografía itinerante) popularizando la invención al mismo tiempo que comercializando sus obras. Promediado el siglo XIX, los daguerrotipistas han establecido talleres en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Málaga, Santander o Jaén.
Hacia 1847-1857 pretende datarse el daguerrotipo de Toledo presentado durante la celebración del VII Encuentro de Historia de la Fotografía organizado por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.[11] La profesora María de los Santos García Felguera ha investigado esta pieza,[12] que fue expuesta en Toledo en junio de 2017.[13] El primer estudio documentado en Toledo es el de Pedroso y Leal, ubicado en la calle Cordonerías, donde trabajó Rafael Mora, un sevillano instalado en Toledo hacia 1867.[14]
Como alternativa a la técnica del daguerrotipo, que no permitía sacar copias, se difundió la invención del calotipo o talbotipo, procedimiento que posibilitaba multiplicar las imágenes partiendo de un negativo de papel. En 1850, todavía la reina Isabel II se hizo retratar al daguerrotipo por José Albiñana.[15] Además, en el decenio de 1850 las placas de vidrio empezaron a prepararse al colodión, reduciendo el tiempo de exposición (de minutos hasta entonces, según la iluminación) a solo varios segundos y mejorando la nitidez. Al filo de esa década el procedimiento del colodión seco (que no se generalizó) fue una alternativa a tener que sensibilizar la placa pocos minutos antes de la toma fotográfica. Nacen los álbumes fotográficos y las colecciones de retratos de familiares y amigos, de niños, de familias y de personas fallecidas ataviadas como si estuvieran vivas (la llamada fotografía post mortem). Se adquieren en el mercado los retratos de personalidades de la política y del espectáculo, y se imprimen también como tarjetas de visita.
Por entonces se inicia el fotoperiodismo. En 1869, se crea el semanario La Ilustración Española y Americana, en la que colaboran los reporteros más reconocidos del momento, como es el caso de Juan Comba, que realiza reportajes sobre el incendio del Alcázar de Toledo en 1887 y la visita a España de la reina Victoria de Inglaterra calcados por el procedimiento del grabado; es considerado como uno de los precursores del reporterismo gráfico español. Pero solo con revistas como Blanco y Negro, en 1891, fundada por Torcuato Luca de Tena, y Nuevo Mundo, casi tres años después, la fotografía queda plenamente integrada en la prensa española. El influjo de estas revistas en otras de la época fue determinante. En La Revista Moderna aparecían reportajes de Christian Franzen sobre los salones sociales y el ambiente nocturno de Madrid, y las primeras colaboraciones de Alfonso Sánchez García, Vicente Gombau, Alejandro Merletti y Francisco Goñi. El ingeniero, geofísico e inventor Eduardo Mier y Miura tradujo La fotografía moderna: práctica y aplicaciones de Albert Londe, pionero de la cronofotografía, al año siguiente de que se publicase en Francia (Madrid: Fuente y Capdeville, 1889), y utilizó esta técnica en algunos de sus inventos.
Durante el siglo XIX se desarrolló mucho la técnica: papel de albúmina, papel leptográfico -para retratos al esmalte o de porcelana-, papel de celoidina, marfilotipos, cianotipos, ferrotipos, placas secas de gelatino-bromuro, obturadores mecánicos capaces de conseguir exposiciones de 1/1.000 de segundo... en 1884 se fabrican objetivos anagtismáticos que evitan las deformaciones de la imagen en las esquinas, y en 1888 se inventa la cámara Kodak, que reduce el mecanismo a un cajón provisto de un objetivo capaz de fotografiar sin enfocar previamente cualquier objeto situado a una distancia superior a tres metros. Y aparecen las revistas ilustradas, muchas de las cuales copiaban en forma de grabados reproducciones fotográficas de las noticias hasta que se encontró la forma de imprimirlas. Por fin se consolidan en los últimos diez años del siglo XIX: Blanco y Negro, Nuevo Mundo y La Revista Moderna. Se divulga mucho una modalidad fotográfica, la estereoscópica. La fotografía estereoscópica -o verascópica- consistía en una doble toma de cada fotografía, captada con cámaras provistas de dos objetivos levemente convergentes y separados 9 cm. y situados uno al lado del otro, cuya superposición ofrecía la sensación de perspectiva y profundidad. Será una modalidad muy cultivada por Arturo Cerdá y Rico (1843-1921).
En 1873, Matías Díez Quijano presentó en la Universidad Central de Madrid la tesis Estudio de la fotografía bajo el punto de vista químico.
↑"El daguerrotipo. Nuevo descubrimiento". Artículo en revista Semanario Pintoresco Español, 27 de enero de 1839. Madrid: Imprenta de D. Tomás Jordán, 1839, pp. 27-29.
↑Newhall, B.; Fontcuberta, J. (1983). Historia de la fotografía. Desde sus orígenes hasta nuestros días. Barcelona: Editorial Gustavo Gili S.A. p. 300. ISBN84-252-1163-8.
↑López Mondéjar, P. (1999). Historia de la fotografía en España (4ª edición). Barcelona: Lunwerg editores. p. 16. ISBN8477826609.
↑Teixidor, Carlos (1999). La fotografía en Canarias y Madeira: la época del daguerrotipo, el colodión y la albúmina: 1839-1900. Madrid. ISBN84-605-8665-0.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)
↑Bécquer Casaballe, A. y Cuarterolo, M.A. (1983). Imágenes del Río de la Plata: crónica de la fotografía rioplatense: 1840-1940. Buenos Aires: Editorial del Fotógrafo.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)
↑Juan Antonio Fernández Rivero, María Teresa García Ballesteros (7 de enero de 2015). «Tras los pasos de Lorichón». Colección Fernández Rivero de Fotografía Antigua. Consultado el Agosto de 2016.
↑Número de inventario SB-9996. Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Se atribuye a Manuel Herrero la autoría, por ser el único daguerrotipista que se anuncia en Madrid a mediados de agosto de 1844. Medidas del daguerrotipo: un cuarto de placa (11x8 cm). Retrato de María Fernández de Juez Sarmiento, en 13 de Agosto de 1844. Buscar en página del catálogo de la fototeca del IPCE.Archivado el 7 de junio de 2019 en Wayback Machine.
↑El Nuevo Avisador, Madrid 17 de agosto de 1844: "DAGUERREOTIPO. Don Manuel Herrero, artista fotógrafo, establecido en la casa vieja de la plaza Mayor, al lado del repeso, núm. 26, cuarto principal, por medio de una constante aplicación, acaba de perfeccionar sus retratos como los mejores que se hayan visto en la corte; fondo muy blanco y grande vigor en la imagen son sus bellas cualidades, y el precio 30 y 40 rs., con sus correspondientes cuadritos unos y otros: horas desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde".
↑GARCÍA FELGUERA, María de los Santos (2017). El daguerrotipo de Toledo. Cuenca: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. ISBN978-84-9044-289-0.
↑Rl diario La Época del 14 de septiembre de 1850 escribe así: «El retratista de cámara, D. José Albiñana, ha tenido estos días el alto honor de ocuparse en hacer una colección de retratos al daguerrotipo de S. M. la reina, que, según los inteligentes, son los más perfectos y bien acabados que hasta el día se han visto en su género».