En el Torneo de las Seis Naciones, los ingleses fueron campeones en 2001, subcampeones en 2002 y triunfaron en 2003 obteniendo el Grand Slam. Llegaron como la selección más fuerte del hemisferio norte.
En junio realizaron su penúltima gira a Oceanía, donde ganaron 9–23 a los Māori All Blacks, vencieron agónicamente a Nueva Zelanda y triunfaron 14–25 sobre los Wallabies. Fue la primera vez que Inglaterra ganó esta gira, la segunda victoria contra los All Blacks (tras la de 1973) y su primer triunfo de visitante ante Australia.
Finalmente, la Rosa jugó tres pruebas de preparación y ganó dos. Primero le dio una paliza de cinco tries a los Dragones rojos, luego cayó 17–16 frente a Francia y una semana después la venció 45–14.
Inglaterra integró el Grupo C junto con las factibles Georgia y Uruguay, la físicamente dura Samoa y los favoritos Springboks. Ganó la zona venciendo a todos.[4]
Si bien fue evidente que el juego británico superó al australiano y los hizo merecedores del título, el resultado fue una sorpresa para el mundo.[7]
Legado
El equipo fue recibido por una multitud en el aeropuerto de Londres-Heathrow. Dos semanas después, todos los integrantes del plantel fueron titulados caballeros en una ceremonia por la reina Isabel II y luego realizaron un desfile triunfal por Londres.