Después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Marcha siguió editándose por un tiempo. En la primera edición después del golpe, que fue publicada el 30 de junio de 1973, tituló en primera página «No es dictadura» acompañado de la publicación de un decreto restrictivo de la libertad de prensa; otro artículo, redactado por Washington Beltrán Mullin y Eduardo Paz Aguirre, firmado por políticos de todos los partidos, denunciaba al régimen.
Tras haber publicado el 8 de febrero de 1974 el cuento «El guardaespaldas», ganador del concurso anual del semanario. Carlos Quijano, director del semanario, Hugo Alfaro, secretario de redacción, Nelson Marra, autor del cuento y Mercedes Rein junto Juan Carlos Onetti, jurados, fueron llevados hasta la Jefatura de Policía de Montevideo. El cuento trataba de la ejecución de un conocido torturador por parte de un grupo guerrillero.
El semanario se volvió a editar el 22 de noviembre, cuando fue definitivamente clausurado por la dictadura de Juan María Bordaberry.[2]
Al cierre del semanario, los Cuadernos fueron la única articulación del grupo de colaboradores, realizando su publicación en México (1977-1984), país de exilio de Quijano, y nuevamente en Montevideo entre 1985 y 2001. La colección Biblioteca de Marcha (1969-1974) publicó diversos autores y temáticas.
En 1985, meses después de finalizada la dictadura, se formó el semanario Brecha, que reunió al antiguo equipo de Marcha. El cual consideró, que no era posible volver a editar aquel semanario sin la presencia de Quijano, por lo que decidió no ponerle el nombre de Marcha.
«Colección completa de Marcha». Anáforas - Publicaciones periódicas del Uruguay. Archivado desde el original el 20 de agosto de 2016. Consultado el 21 de julio de 2016.