Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Barcelona. Durante sus estudios, formó parte del Sindicato Democrático de estudiantes de Barcelona. Tras terminar la carrera en 1961, fue profesor en la facultad de Derecho y compaginó esta actividad con el ejercicio profesional de la abogacía.[2]
En las primeras elecciones democráticas del posfranquismo fue elegido diputado por la provincia de Barcelona, escaño que mantuvo hasta 1995. Durante esta legislatura, constituyente, fue uno de los siete diputados ponentes que se encargaron de la redacción de la Constitución.
Como diputado fue presidente del Grupo Parlamentario Catalán en el Congreso desde 1977 a 1995 y portavoz de Convergència i Unió (CiU) en varias legislaturas. Desde 1982 hasta 1995 fue también presidente de la representación de la Generalidad de Cataluña en la Comisión de Cooperación Bilateral con la Administración del Estado.
Operación Roca
Después de la debacle electoral de la Unión de Centro Democrático (UCD) en 1982 y su posterior desaparición en 1983, se lanzó, la denominada "operación Reformista", que pretendía la creación de un partido de carácter centrista y europeista, al estilo de lo que representaba Convergència i Unió en Cataluña. La plasmación de esta iniciativa fue el Partido Reformista Democrático (PRD) que aglutinó, entre otros, al Partido Demócrata Liberal de Antonio Garrigues Walker y a Coalición Gallega.[3] Los nuevos promotores de este partido, plasmados en Garrigues y Florentino Pérez propusieron a Miquel Roca encabezar esta operación. Entre los proyectos de Roca, ya existía la idea de enlazar el catalanismo con su intervención en la política nacional. Las condiciones acordadas con el político catalán suponían su permanencia en CiU, que venía a ser la rama catalana del proyecto reformista.
En las elecciones generales de 1986, Roca que era el líder del proyecto y candidato a la presidencia del gobierno, se presentó por CiU en la provincia de Barcelona (El PRD no presentó listas ni en Cataluña ni en Galicia o Canarias). Los resultados electorales fueron un fracaso pues el nuevo partido que no obtuvo ningún escaño en el Congreso de los Diputados, aunque Coalición Gallega sí obtuvo 1 diputado y CiU alcanzó 18, mejorando esta última, sustancialmente sus resultados.[4]
Distanciamiento del pujolismo
Con el paso de los años, fue creciendo un cierto distanciamiento entre las posturas políticas del líder del partido y presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, y Miquel Roca. Así, la elaboración de las listas para la campaña de las elecciones generales de 1993, en las que la postura de Convergencia i Unió se preveía decisiva, dio lugar a roces entre ambos por el control de los candidatos y sus tendencias. Continuó tras esos comicios con la decisión sobre un posible gobierno de coalición con el partido socialista[5] y definitivamente se plasmó en julio de ese mismo año, al cortar la autonomía con la que trabajaba el grupo parlamentario del Congreso, bajo el mando de Roca, y al que algunos dirigentes de Convergencia acusaban de ir por libre en Madrid y someter las decisiones a lo que estableciera el comité de enlace entre los dos partidos que mantenían la coalición de CiU.[6]
En 1995, abandonó su puesto de diputado y su actividad como representante en Madrid del grupo CiU y fue elegido como candidato a la alcaldía de Barcelona, para tratar de desbancar al entonces alcalde, Pasqual Maragall y que retenía su cargo desde 1982. Pese a la popularidad de Roca y en contra de alguno de los sondeos previos, Maragall venció ampliamente en los comicios, mientras que Roca continuó como concejal hasta 1999.[2]
En julio de 2002, cuando se encontraba fuera de la primera línea política, el entonces presidente del gobierno español, José María Aznar, le ofreció ocupar la cartera de Ministro de Asuntos Exteriores que Roca rechazó. La propuesta se realizó en un momento en que CiU intentaba distanciarse del Partido Popular, tras varios años de colaboración.[7]
Salida de la política
Después de su dimisión como secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya a finales de 1995 y tras anunciar que no repetiría como candidato en las elecciones municipales de 1999, abrió el bufete de abogados "Roca Junyent" en enero de 1996, que con los años se convirtió en uno de los más prósperos de la ciudad y que en 2006, facturaba 26,6 millones de euros[8] y que en 2018, contaba con 230 profesionales. Compatibilizó su actividad como abogado con la de profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.[2]
En el ejercicio de su actividad profesional, fue contratado en abril de 2013 por la Casa Real para defender a la infantaCristina de Borbón en los procedimientos relacionados con el Caso Nóos. En mayo de 2016, el juez instructor de este procedimiento, José Castro Aragón, declaró que desde el despacho de Miquel Roca, se le propuso en diciembre de 2013 una reunión "clandestina" para tratar la posible imputación de la infanta.[9][10]
↑«Nombramientos. La Universidad Pontificia de Comillas nombra doctores honoris causa a los artífices de la Constitución española». ABC (Madrid). 20 de noviembre de 2018. p. 60.