Su obra se puede considerar académica, aunque tiene predilección por los temas de simbolismo romántico, como en La tumba del poeta o en Stella matutina, ambas en el Museo de Málaga y ambas le hicieron obtener una medalla en 1901.[4]
Entre sus obras predominan los retratos y desnudos femeninos, luminosos y detallistas, y algunos retratos, como los de la Casa consistorial de Málaga. Algunas otras pinturas a reseñar son: La aficionada, Carlota o el Retrato de la marquesa de Loring.