En 1574 la diócesis de Burgos fue elevada a archidiócesis, pasando a su provincia eclesiástica las diócesis de Calahorra y Pamplona. Con el paso del tiempo, Zaragoza pasó a ser únicamente sede metropolitana del reino de Aragón. En 1571 se erigieron las diócesis de Barbastro y Jaca y en 1577 la de Teruel. Segorbe-Albarracín se segregó en dos diócesis: Albarracín (que más tarde se uniría con Teruel) y Segorbe (que pasó a ser sufragánea de la provincia eclesiástica de Valencia).
En el siglo XIX, tras la firma del Concordato de 1851 se modificaron varias circunscripciones de las diócesis de España. Pamplona fue reincorporada y se suprimieron las diócesis de Albarracín y Barbastro. Desde 1858 los obispos de Tarazona ejercieron como administradores apostólicos de Tudela.
En 1955 Pamplona fue elevada a archidiócesis y las diócesis de Jaca y Tudela quedaron bajo su provincia eclesiástica. El 11 de agosto de 1984 mediante la bula Cor Nostrum, se unió aeque principaliter las diócesis de Teruel y Albarracín. Los últimos cambios se realizaron entre 1995 y 1998 con la incorporación a Barbastro de los pueblos oscenses que dependían de Lérida.
Organización territorial
Datos de la provincia eclesiástica
El arzobispo de Zaragoza es el metropolitano de la provincia y tiene autoridad limitada sobre las diócesis sufragáneas.[2]
Actualmente, la provincia tiene alrededor de 1.136 parroquias, abarca unos 42.739 km² en donde habitan aproximadamente 1.288.067 de personas de las cuales el 96,92% son católicos.
Datos comparativos entre las diócesis de la provincia