”Nos parece remontar atrás en el curso del tiempo y hallarnos otra vez en la década del cuarenta, cuando a los responsables del cine argentino… no se les ocurría otra cosa que copiar con atraso y sin calidad los subgéneros… que la moda europea o norteamericana depositaba en nuestras pantallas.”[1]
”Como en casi todo film ómnibus, su entretenimiento oscila según los episodios, aunque, eso sí, afortunadamente han sido colocados por orden de eficacia.”[1]