Las relaciones Reino Unido-Unión Europea son las relaciones internacionales entre la Unión Europea y el Reino Unido. Las relaciones se remontan a la fundación de la Comunidad Económica Europea en 1957. El Reino Unido ha sido un vecino importante, y a su vez, habiendo sido un miembro importante de la Unión Europea en el pasado. Comunidad Económica desde que se unió el 1 de enero de 1973 (cuando ocho países eran miembros), y fue miembro hasta el 31 de enero de 2020, según la extensión otorgada el Artículo 50.
Historia
Las solicitudes del Reino Unido para unirse en 1963 y 1967 fueron vetadas por el presidente de Francia, Charles de Gaulle, quien dijo que "varios aspectos de la economía británica, desde las prácticas laborales hasta la agricultura" habían "hecho a Gran Bretaña incompatible con Europa" y que Gran Bretaña albergaba una "hostilidad profundamente arraigada" a cualquier proyecto paneuropeo.[1] Una vez que De Gaulle renunció a la presidencia francesa en 1969, el Reino Unido presentó una tercera y exitosa solicitud de membresía.
Desde 1977, los puntos de vista pro y antieuropeos han tenido un apoyo mayoritario en diferentes momentos, con algunos cambios dramáticos entre los dos campos.[2] En el referéndum de membresía de las Comunidades Europeas del Reino Unido de 1975, dos tercios de los votantes británicos favorecieron la membresía continua de la CE. El mayor rechazo a la membresía fue en 1980, el primer año completo del mandato del Primer Ministro Margaret Thatcher, con un 65 % en contra y un 26 % a favor de la membresía.[2]
Salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit)
Con el Brexit la UE perdió el 13 % de su población, el 15 % de su producto interior bruto (PIB) y el 5,6 % de su superficie. A pesar de ello, la UE continuó siendo en 2020 una potencia política y económica mundial: formaba el tercer mayor grupo de población después de China y la India, concentra el 18,5 % de la economía mundial, y el 16 % de las exportaciones mundiales.[4] Tras el Brexit, la eurozona ha pasado a sumar el 86 % del PIB y el 77 % de la población de la UE, refuerzando así su importancia como motor político y económico de la Unón.[4] La UE y el Reino Unido buscan desde entonces alcanzar un acuerdo comercial antes de que termine 2020.[5]
El acuerdo que rige la relación entre la UE y el Reino Unido después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se concluyó después de ocho meses de negociaciones.[7] El acuerdo establece el libre comercio de bienes y el acceso mutuo limitado al mercado de servicios, así como mecanismos de cooperación en un rango de ámbitos políticos, disposiciones transitorias sobre el acceso de la UE a la pesca del Reino Unido y la participación del Reino Unido en algunos programas de la UE. En comparación con el estado anterior del Reino Unido como Estado miembro de la UE, pone fin a la libre circulación de personas entre las partes, la membresía del Reino Unido en el Mercado Común Europeo y la unión aduanera, la participación del Reino Unido en la mayoría de los programas de la UE y la autoridad del Tribunal de Justicia Europeo en solución de controversias.
El Parlamento del Reino Unido ratificó el ACC el 30 de diciembre de 2020, entrando en vigor de manera provisional desde el 1 de enero de 2021. Por su parte, el Parlamento Europeo manifestó su aprobación el 27 de abril de 2021 y el Consejo de la Unión Europea lo ratificó formalmente el 29 de abril, entrando en vigor de forma definitiva el 1 de mayo de 2021.
La frontera entre Irlanda y el Reino Unido (en inglésThe Republic of Ireland – United Kingdom border) es la frontera que separa a la nación constitutiva británica de Irlanda del Norte del resto de Irlanda. También se le conoce como la Frontera Irlandesa (the Irish border) o, simplemente como la frontera (the border). Fue trazada el 6 de diciembre de 1922, mediante el Tratado anglo-irlandés, con el que 26 de los 32 condados irlandeses se separaron del Reino Unido y formaron el Estado Libre de Irlanda.[8] Sin embargo, el Reino Unido mantuvo la soberanía de los 6 condados restantes, siendo estos actualmente parte integrante del Reino Unido.
La frontera se extiende a lo largo de 499 km entre Lough Foyle (al oeste) y Carlingford Lough (al este),[9] en el mar de Irlanda. Esta es la única zona en la que comparten frontera terrestre el Reino Unido e Irlanda. Debido a que tanto Irlanda como el Reino Unido pertenecen a la Zona Común de Viajes, no suele haber controles fronterizos, si bien tanto el Reino Unido como Irlanda tienen derecho a efectuarlos, como así han hecho en varias ocasiones.
Desde la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) el 1 de febrero de 2020, la línea divisoria se convierte en límite exterior de la Unión Europea. No obstante, en virtud de un acuerdo tripartito firmado por Reino Unido, Irlanda y la Unión Europea, de forma provisional, al menos hasta el 31 de diciembre de 2020, no se efectúan controles en frontera.[10]
El estatus de Escocia dentro de la Unión Europea en el caso de haber accedido a la independencia fue un tema central en el referéndum. La posibilidad de que el Reino Unido lleve a cabo un referéndum sobre su salida de la Unión Europea, que obligaría a Escocia a abandonar la UE, convirtió este tema en muy importante.
Para los defensores de la independencia, Escocia siendo uno de los dos reinos constituyuentes del Reino Unido, sería uno de sus dos estados sucesores. En mayo de 2013, el economista alemán Roland Vaubel, asesor del gobierno alemán, mantenía esta tesis.[11] Vaubel contradecía las declaraciones en 2012 del presidente de la Comisión Europea Manuel Barroso, quien dijo que Escocia no quedaría automáticamente como miembro de la Unión Europea en caso de independencia.[12] En 2012 la Comisión Europea propuso dar respuesta oficial a la pregunta si el Reino Unido lo solicitara. Sin embargo el Gobierno británico decidió no solicitarla.[13] No existe precedente de la disolución de un estado miembro y su sustitución por dos estados nuevos y no está previsto en los tratados, sin embargo la opinión mayoritaria dentro de la UE es que Escocia quedaría fuera de la Unión y tendría que negociar su reingreso.[14]
El presidente del Gobierno español Mariano Rajoy declaró su convicción que si una región secesionara de la UE tendría que solicitar de nuevo la entrada en la Unión Europea. En Escocia se considera que un posible veto español estaría sobre todo vinculado a las aspiraciones separatistas de Cataluña y el País Vasco.[15]
El juez escocés, el profesor sir David Edward, antiguo juez del Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera que la UE y los estados están obligados a empezar negociaciones antes de que entrara en vigor la independencia mediante una enmienda al Artículo 48 del Tratado de la Unión Europea.[16] El director general honorario de la UE, el galés Graham Avery, manifestó su acuerdo con David Edward en enero de 2014,[17] en un informe del Centro para Política Europea (EPC).[18] En agosto de 2014 el muy respetado ESRC británico concluyó que una Escocia independiente no perdería los derechos ni obligaciones de un estado miembro de la UE.[19]
Relaciones del Reino Unido con los Estados miembro de la Unión Europea
El embajador de Austria en el Reino Unido es Michael Zimmermann, asumió su cargo en agosto de 2018.[20] El embajador británico en Austria es Leigh Turner, quien asumió su cargo en agosto de 2016.[21]
Gibraltar es un territorio no autónomo según la definición que le atribuye la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su apartado "Naciones Unidas y descolonización". La ciudad es administrada por el Gobierno del Reino Unido, que tiene transferidas muchas competencias al Gobierno de Gibraltar, elegido en comicios censitarios por los ciudadanos británicos del territorio.
Los gibraltareños, por su parte, rechazan cualquier medida de presión política para volver a formar parte de España. En 1967 y 2002 el Gobierno de Gibraltar celebró un referéndum en el que la casi totalidad de la población rechazó la soberanía compartida entre los gobiernos español y británico y expresó su voluntad de seguir siendo un territorio británico de ultramar, después de haberse alcanzado un preacuerdo a nivel bilateral entre ambos Estados que resolvía la disputa territorial.[24][25] El Gobierno de Reino Unido, tras la celebración de la consulta legal, declaró que jamás hubiera llegado a un acuerdo de soberanía sin la voluntad "del pueblo y del Gobierno de Gibraltar".[26]
↑Mark Oliver; Sally Bolton, Jon Dennis, Matthew Tempest (4 de agosto de 2004). «Gibraltar». The Guardian. Consultado el 20 de diciembre de 2007.La referencia utiliza el parámetro obsoleto |coautores= (ayuda)
The UK Government will never – "never" is a seldom-used word in politics – enter into an agreement on sovereignty without the agreement of the Government of Gibraltar and their people. In fact, we will never even enter into a process without that agreement.