Los devotos del santo realizan rituales para la curación de todo tipo de enfermedades (especialmente verrugas), con el contacto de los pañuelos con el aceite de la lámpara que ilumina la imagen del santo, considerado milagroso.[1][2] Durante toda la jornada del 11 de julio se realizan servicios religiosos en el templo. Los fieles realizan ofrendas al santo (principalmente exvotos, dinero, gallinas y huevos),[3] que se venden en subasta por la tarde.
Al otro lado del río Lérez se celebra una fiesta popular, que suele tener lugar con barcas decoradas cruzando el río, aguas arriba de la Isla de las Esculturas. Además de la tradicional comida a base de mejillones, los fieles traen consigo su comida.[4][3][5] La romería está encabezada por músicos : panderetas por la mañana, gaitas por la tarde y fiesta nocturna con orquestas por la noche.