Guy Haines (Farley Granger), un joven tenista, se topa en un viaje en tren con Bruno Anthony (Robert Walker). Este le propone un peculiar pacto: si Guy mata al padre de Bruno -que, según él le hace la vida imposible-, él matará a la esposa de Guy, de la que este se quiere divorciar. Guy se lo toma a broma. Cuando habla con su esposa para divorciarse (se quiere volver a casar, con la hija de un senador), ella se niega en redondo. A partir del momento en el que parece haberse cumplido una parte del pacto, Bruno perseguirá de forma implacable a Guy para que, de inmediato, cumpla su parte en ese contrato verbal que Bruno cree que acordaron entre los dos.