Según los términos del acuerdo, los firmantes se comprometían a asistirse mutuamente en la defensa de sus territorios en caso de que fuesen atacados por otro país no perteneciente a la alianza durante un periodo de 15 años. El tratado contenía también tres artículos separados en los que se hacía referencia a los tumultos ocurridos el año anterior en Toruń, en los que un enfrentamiento religioso había sido duramente reprimido por las autoridades polacas.
Adhesiones posteriores
Las Provincias Unidas se adhirieron posteriormente a la alianza así formada, según un acta otorgada en La Haya el 9 de agosto de 1726 por los delegados de los Estados Generales de los Países Bajos. Los reyes de Suecia, Federico I y Ulrica Leonor, firmaron igualmente el tratado por intermediación de sus embajadores en Estocolmo el 14 de marzo de 1727, incluyendo una cláusula en la que quedaba acordado que las tropas suecas no intervendrían en España o Italia. Federico IV de Dinamarca se adhirió a la alianza el 16 de abril de 1727 en Copenhague.