Ha sido una comarca eminentemente agrícola y ganadera con cultivos de regadío en las vegas del valle y de secano en los montes y en las mesetas aluviales.
Al estar en una zona de transición entre la montaña y el llano de la Meseta, hace que sus paisajes sean variados y atractivos.
Tiene buena riqueza cinegética de sus montes y piscícola en las claras aguas del río Eria.
Fue señorío de los Ponce de Cabrera y Alba de Aliste. Presenta una larga e interesante historia como se puede ver en restos arqueológicos y en el Museo de Castrocalbón.