Las Audiencias Provinciales tienen su antecedente en las Salas de lo criminal creadas por Real Decreto de 14 de octubre de 1882, pero se hace efectivo el 2 de enero de 1883 en virtud del Real Decreto de 11 de noviembre de 1882. Dichas Salas de lo criminal cesarán en funciones el 26 de julio de 1892, según el Real Decreto de 16 de julio de 1892, por el que se suprimen las salas de lo criminal que no son capitales de provincia y las que persisten vendrán a denominarse Audiencias Provinciales.