La egiptología se desarrolló en Argentina desde fines del siglo XIX como una disciplina amateur, y desde mediados del siglo XX como una disciplina académica y científica.
Argentina fue el primer país sudamericano en enviar una misión arqueológica al área que comprendía el antiguo Egipto. Entre 1961 y 1963, en respuesta al pedido de la UNESCO para salvar los monumentos de Nubia amenazados por las aguas del embalse de la nueva represa de Asuán, Rosenvasser codirigió junto con Jean Vercoutter la excavación del templo de Aksha, Sudán, de la época del Reino Nuevo.[2] Más recientemente, Perla Fuscaldo dirigió la Misión Arqueológica Argentina en Tell el-Ghaba, Sinaí, en el Camino de Horus.[3]
Enseñanza e investigación actuales
No existiendo el estudio de la egiptología a nivel de grado, las investigaciones y estudios se concentran en los niveles de postgrado de Historia de las universidades locales, especialmente la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata y Pontificia Universidad Católica Argentina. En Argentina también se desarrolló fuertemente la egiptomanía, con una gran cantidad de asociaciones no-académicas dedicadas al estudio del antiguo Egipto, como el Centro de Estudios del Antiguo Egipto (CEAE) dirigido por Jorge Roberto Ogdon entre 1995 y 2007 y el Centro de Estudios de Egipto y del Mediterráneo Oriental (CEEMO).