Segundo lugar en el «Premio Nacional de las Artes Gráficas», Unión de
Industriales Litógrafos de la Ciudad de México por la obra «Torito de feria», 1985.
Primer lugar en el «Premio Nacional de las Artes Gráficas», Unión de Industriales Litógrafos de la Ciudad de México por la obra «Entre pinceladas de plata», 1987.
Su creación artística se puede enmarcar dentro del expresionismo interiorista caracterizado por un juego de texturas en técnicas mixtas, cuyo interés primordial es el color, regido por trazos directos con sobreposiciones accidentales y líneas tenues que invitan al espectador a leer la pintura y encontrar la forma en ella.
Además de adentrarse en esa rama fascinante del mundo del arte, ARCO le abrió las puertas a eventos internacionales. Nieves Moreno estaba convencida de que se podía llegar más lejos y generar más impacto de manera colectiva que individualmente, y que el mayor reto para un artista era hacerse de un lugar y un renombre, así que se empeñó en crear y formar parte de asociaciones y grupos, como el Club 20-30[3], la Sociedad Mexicana De Autores De Las Artes Plásticas[4] (SOMAAP), la Asociación Internacional de Artes Plásticas de la UNESCO[5] (AIAP UNESCO), el Consejo Mundial de Artistas Visuales[6] (COMAV), la Federación de Mujeres Universitarias[7] (FEMU), y Veinte años mil días, un grupo de artistas que se juntaban a desayunar una vez a la semana para organizar y llevar a cabo exposiciones y proyectos. Entre ellas estaban Julia López, Laura Elenes, Alicia Leyva,[8] Marcela Piña, Olivia Mejía, Francisca de Diego, Lupita Tron, Irma Cervantes, Merle Reivich,[9] Lucille Wong[10] y Mercedes Ortiz Vaquero. A través de ARCO, les fue posible participar en exhibiciones en el extranjero como en la Art Expo[11] de Nueva York durante cuatro años consecutivos, la Foire Internationale de L’estample en el edificio de La Conciergerie en París, Barcelona Art Forum, y ROMART en el Palazzo dei Congressi en Roma.
Libres como el viento, julio de 1995.
La Noria: Taller experimental de arte y creación.
Después de la oportunidad de participar y dirigir un taller de artes plásticas en Hoz del Júcar, España, Nieves Moreno recibió la invitación, por parte del regente de Albacete, para replicar el concepto de residencias para artistas en talleres rurales en México. La artista ya contaba con una propiedad en las afueras de Querétaro (La Noria), y decidió destinarla a dicho fin: un taller rural de arte y creación para aportar a la comunidad.
El proyecto pasó a manos de la artista Judith Guerrero, amiga y aprendiz de la maestra Nieves Moreno, quien impulsó la iniciativa para crear, presentar, promover y debatir el arte. Actualmente lleva el nombre de Taller de arte y diseño y se está trabajando en el proyecto de la residencia para artistas nacionales y extranjeros, la cual llevará el nombre Residencia Internacional Nieves Moreno.
Técnicas propias
Arte por metro
De la mano del menor de sus hijos, el diseñador industrial Jorge Moreno Arozqueta, Nieves Moreno organizó la exposición "Arte por metro" en el ITAM. El director de dicha institución comentó que cada año invertían en museografía, invitaciones y la participación de artistas renombrados, para que los alumnos y asistentes al evento aprovecharan la ocasión sólo para socializar, degustar unas copas de vino y bocadillos, dejando el arte de lado. Entonces, el reto era lograr que los invitados apreciaran las obras expuestas.
Jorge Moreno recordó el concepto desarrollado por un colega, Rodrigo Chávez, llamado The miracle frame, el cual invitaba a las personas a ver la vida a través de un cuadro con empuñadura, enmarcando así escenas especiales. Con autorización del creador de la idea, utilizaron esos marcos para el diseño de las invitaciones, haciendo alusión a la actividad que se llevaría a cabo en la exposición: cada quien observaría el gran lienzo abstracto pintado por Nieves Moreno y buscaría su propia obra de arte en él. Contrataron una empresa de marcos para que los invitados eligieran el suyo y enmarcaran su obra de arte firmada por la pintora. Finalmente, colgarían las piezas en la galería, participando en la museografía y creación de la exposición.
La odisea del gato, Arte por metro, 2007.
Esta interacción entre el observador y el arte, además del hecho de cortar una obra en pedazos, no fue la único novedoso; Nieves y Jorge encontraron la manera de definir el precio con una fórmula matemática sencilla para que el valor del arte dejara de ser subjetivo y pasara a ser transparente y preciso.
«El tema del dinero y el artista, o el dinero y el diseñador, pareciera tener la misma relación que tienen el sexo y la religión: es el tema espina».
Jorge Moreno en su blog «Diseñosofía».
Entonces, acudieron a una disciplina que baila entre el arte y el negocio: la arquitectura. Dicha especialidad ha encontrado la forma de cobrar su arte por medio de una fórmula, y ésta es por metro cuadrado a intervenir. Fue así que llegaron al concepto de «Arte por metro», vendiendo a un peso el centímetro cuadrado.
El resultado fue una exposición en la que el vino y los bocadillos perdieron el protagonismo, la gente interactuó con el arte centrando sus conversaciones en la obra y en lo que apreciaba cada quien, los asistentes se involucraron en la museografía, el precio de las pinturas era completamente transparente, y tanto fotógrafos como periodistas tuvieron material para un artículo diferente a las repetidas y cotidianas inauguraciones de arte que acontecían en la Ciudad de México.
En una incesante búsqueda por lo nuevo y diferente, Nieves Moreno creó piezas de arte combinando materiales tan antiguos como el papel amate, y tan nuevos como el unicel, en una expresión única e innovadora a la que ha bautizado como Tepapuz (telas, papeles y productos reutilizables). El origen de esta propuesta recae en el deseo de crear obras indestructibles y perpetuas, las cuales cuentan con alto relieve, profundidad, fuerza y resistencia, y cuyo propósito final, además de expresar y reflejar el interior del artista, es perdurar en el tiempo.
Dejando hablar al papel
Dejando hablar al papel nació del diálogo entre la artista y el material en cuestión, principalmente, con el papel amate mexicano y el papel hecho a mano. Nieves remojaba los pliegos de papel usado y los tomaba para crear composiciones con el comportamiento natural del material, dándole así una segunda vida y permitiendo que expresara su contenido para el cual había sido utilizado en el pasado. Las fibras respondían a los sutiles desprendimientos, surgiendo espacios y orillas enrolladas, formándose así obras de carácter efímero e irrepetible porque cada pliego reaccionaba de manera distinta al agua y al acomodo y movimiento de las manos de la artista.
Flores de fuego
Al igual que la técnica Dejando hablar al papel, Flores de fuego es el resultado de la experimentación con materiales cotidianos y la búsqueda de reutilizar productos que perdieron su utilidad. En este caso se trata de las bolsas de plástico utilizadas como envoltura de alimentos, como papas fritas, galletas, chocolates, cacahuates y todo tipo de botanas que abundan en México.
Con la ayuda de una pistola de calor, Nieves Moreno descubrió que el plástico no perdía su color, más sí su forma. Entonces, tomó unas pinzas para guiar la deformación del material y crear composiciones artísticas que adoptaron la apariencia de cuarzos o piedras preciosas, razón por la que decidió utilizarlas como piezas de joyería y accesorios, como dijes, prendedores, collares y hebillas.
Exposiciones individuales
1963: Estudio de Gabriela Orozco.
1965: Sala Nuevos Valores. Instituto Mexicano Norteamericano de las Relaciones Culturales.
1965: «Giros al color». Galería de Coyoacán.
1966: «Obra pequeña». Galerías Sagitario, Ciudad de México.
1967: Organismo de Promoción Internacional de Cultura de la Secretaría de Relaciones. Exteriores, Sala de Arte OPIC.
1973: Convención internacional 20-30. Salón del Ángel, Hotel María Isabel, Ciudad de México.
1973: Salón de Cabildos. Coyoacán, Ciudad de México.
1973: Museo Regional de Chihuahua auspiciado por el Instituto Regional de Antropología e Historia y el Gobierno del estado de Chihuahua.
1974: «Incursión plástica en un ambiente de trabajo». Galería Ejecutiva D.M. Nacional, Ciudad de México.
1978: «Óleos de Nieves Moreno». Centro de Integración Juvenil.
1982: «20 años en la plástica de México». Galería Dos Puertas, San Ángel, Ciudad de México.
1983: «Tras un nuevo concepto de exposiciones». Jardines de Villa Magna, San Jerónimo, Ciudad de México.
1983: «Óleos y texturas». Galería ITSON, Ciudad Obregón, Sonora.
1984: «Búsqueda constante». Polyforum Cultural Siqueiros, Ciudad de México.
1986: «Concisiones», monotipos en papel amate. Galería y librería Gandhi, Ciudad de México.
1989: «Gráfica creativa». Galería de ARCO, Ciudad de México.
1989: «Nieves Moreno: 25 años de quehacer artístico». Museo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México.
1989: Complejo Petroquímico de Cactus. Cactus, Tabasco.
1990: «Ausencias, razones y consecuencias». Centro Universitario Cultural (CUC), Ciudad Universitaria, Ciudad de México.
1997: «Arte por metro». ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), Ciudad de México.
Exposiciones colectivas
1964: Galería de Arte Mexicano, Ciudad de México.
1965: Museo de Arte Moderno Confrontación, Ciudad de México. Obra: El caballero Águila.
1966: «Navidad». Galería Coyoacán.
1967: Expo 67. Galería de ventas libres del Salón de la Plástica Mexicana, Canadá.