El orden dórico (en griego: Δωρικός ρυθμός; en latín: Ordo Doricus) es el más antiguo y simple de los órdenes arquitectónicos clásicos. Su nombre proviene, según Vitruvio, de que los primeros templos de este estilo estaban construidos en las ciudades de los dorios.[1] Es el orden griego por excelencia. Cuanto más antiguo, más sencillo, dando sensación de robustez (protodórico), cuanto más tardío, más esbelto y proporcionado es; logrando así la armonía y belleza clásica. Se empleó en la Grecia continental desde finales del siglo VII a. C. así como en el sur de Italia y Sicilia. Algunos de los primeros templos que contienen elementos de este orden son el templo de Poseidón en Istmia, el Hereo de Argos y el templo de Apolo en Termo.[2] El Partenón, templo dedicado a Atenea Parthenos en la Acrópolis de Atenas, es sin duda el máximo exponente de este estilo arquitectónico.
Las características que definen este orden arquitectónico son: